Imagen: Unión de Correctores
Hoy he dejado en el armario mi capa de superhéroe para ponerme la bata de científico, pero no por evitar mancharme con el boli rojo —que también viene bien para eso, ojo—, sino porque debemos tener presente que el lenguaje también es una ciencia; al igual que pasa con la química, todo depende de cómo se combinen los elementos.
En nuestro día a día, los correctores no solo lidiamos con letras, signos de puntuación o espacios, sino que trabajamos con una verdadera tabla periódica de elementos lingüísticos que, si están en equilibrio, permiten generar textos impecables.
📜 ¿Qué elementos la componen? Aquí te dejamos una selección de los más importantes.
🔎 Grupo 1. Elementos fundamentales
🅾️ Or (Ortografía). Tan importante como el hidrógeno. La mala ortografía acaba con la vida textual.
🆖 Gr (Gramática). La base estructural del idioma. Si la gramática falla, el texto se tambalea.
📏 Si (Sintaxis). Sin ella, no hay ni orden ni claridad en las frases.
🖋️ Pu (Puntuación). Las comas no son necesarias para respirar, pero, sin ellas —y sin el resto de los signos de puntuación—, directamente nos ahogaríamos.
🔠 Grupo 2. Componentes nobles
📝 Co (Coherencia). Si las ideas no se enlazan bien, cuesta entender el texto.
🔀 Ch (Cohesión). Cuando la estructura del texto no fluye como debería, el lector se pierde.
🎨 Ti (Tipografía). El aspecto visual también importa: una fuente bien elegida y un interlineado correcto evitan muchos quebraderos de cabeza.
📐 Fo (Formato). Porque no todo vale: una maquetación adecuada es imprescindible para que el texto tenga un aspecto profesional.
⚠️ Grupo 3. Radiactividad textual
🚨 Er (Errata). Pequeña pero matona. Un simple ahí en lugar de ay puede cambiarlo todo.
❌ Am (Ambigüedad). Un elemento característico de frases como «Vendo coche con GPS de segunda mano». Si no queda claro qué es de segunda mano, tenemos un problema.
🔄 Re (Redundancia). Dar vueltas sobre la misma idea es innecesario, superfluo y redundante.
💥 Fa (Farragosidad). Aparece cuando alguien usa demasiadas palabras para decir algo que podría expresarse de manera más concisa. (Cuánto me acuerdo de Ernest Hemingway cuando me enfrento a textos en los que abunda este elemento…).
🤖 Ia (Inteligencia artificial). Elemento altamente reactivo: provoca una respuesta negativa entre los profesionales cuando los potenciales clientes pretenden usarlo para sustituir a los humanos y ahorrarse un dinero. (Spoiler: Sale mal).
🏆 Grupo 4. Elementos maestros
🔍 Pr (Precisión léxica). Encontrar la combinación de palabras adecuada en cada contexto es un arte que llega a dominarse con tiempo, paciencia y formación.
📚 Te (Terminología). Conocer este elemento es imprescindible cuando se trabaja con textos especializados.
⚡ Cn (Concentración). Sin ella, detectar errores en textos largos se hace imposible.
🖋️ Es (Estilo). Porque no es lo mismo juntar letras que escribir con elegancia.
Cada texto bien corregido es como una fórmula magistral en la que los elementos deben combinarse con precisión. Como buenos alquimistas del lenguaje, los correctores equilibramos la ortografía, la gramática y el estilo para crear textos pulidos que comuniquen de la forma más eficaz.
Basta con un pequeño desajuste en la dosis para que se produzca un desastre comunicativo; sin embargo, cuando todo está en su justa medida, se hace la magia. ¿O quizá es ciencia…?