El 9 de junio, en un acto celebrado en el Círculo Mulier de Madrid, don Manuel Seco Reymundo, de la Real Academia, recibió de manos de nuestro presidente, Antonio Martín, la placa que lo acredita como socio de honor de la Unión de Correctores.
«Acepto este honor –dijo–, pero he venido a que me corrijáis». Nuestro presidente, en su discurso, dijo: «Don Manuel, considere este reconocimiento como muestra de agradecimiento por lo mucho que nos ha ayudado [a los correctores]».
Después de estas palabras, el nuevo socio de honor nos hizo disfrutar con algunas anécdotas vividas con varios de los correctores con quienes había topado en su carrera. «Un importante corrector me señaló el uso de “de vez en cuando” y puso “de cuando en vez”. Polemicé con otro corrector, y acabé dándome el abrazo de Vergara». Pasadas las anécdotas, don Manuel hizo un extenso reconocimiento a nuestra labor: «Realmente los correctores hacen que tengan buena presencia obras que estaban llenas de agujeros». Y es que, dijo, «los correctores les ponen los puntos y las comas en su sitio a los grandes escritores».
También desgranó algunos detalles de la forma de trabajar en el diccionario de la RAE. «Actualmente, el diccionario está en manos de un equipo técnico, y los académicos casi no trabajamos en él. Y si lo hacemos, a veces solo logramos confundir», advirtió. «Si un académico hace una propuesta, pasa al equipo técnico, pero si no cuenta con suficiente apoyo [documental], se archiva», señaló. «Pero, antes, en otros tiempos, lo que proponían los académicos tenía mucho, mucho peso».
De su presencia en la RAE, dijo: «Me considero un rebelde», y también recordó a un grande de la palabra: «Yo digo lo que dijo Larra: “La RAE tiene razón… cuando la tiene”. Todos somos dueños de nuestro idioma, no la RAE».
El acto concluyó con un aperitivo en el cual la veintena de asociados presentes pudieron saludar personalmente a don Manuel Seco.